Alzheimer y alucinaciones: cómo actuar
En algunos casos, las personas que padecen Alzheimer pueden tener alucinaciones a lo largo del proceso, aunque muchas de ellas no las experimentan nunca. Una alucinación es la experiencia de algo que realmente no está o no existe. Pueden darse de cualquier modalidad sensorial, es decir, la persona puede percibir algo no real de tipo visual, auditivo, olfativo, gustativo o táctil (como notar que algo o alguien le empuja, por ejemplo).
No hay que confundir una alucinación con una percepción errónea o un falso reconocimiento, que son síntomas habituales del Alzheimer, pero con connotaciones distintas. En este caso, la persona hace una interpretación errónea de algo que sí está presente, como no reconocer como su casa la que realmente lo es, o confundir un perchero con ropa con una persona.
Cuando una persona tiene una alucinación experimenta una percepción imaginaria, de algo que no está presente en ese momento o que no es real, aunque su vivencia es como si lo fuera. A veces no le genera ninguna emoción negativa o incomodidad pero, otras, puede causarle gran ansiedad, incluso pánico. Es importante saber identificarlas y conocer algunas ideas para manejar la situación.
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